miércoles, 4 de agosto de 2010
H dice todo que si.
Miraba, percibía por ventanillas rápidos temores, sucumbían a sus inquietas pupilas flashes nocturnos en pleno día, atroces manos con dedos gigantescos arañasgueaban con cada parpadeo más y más ligero. Descoloridas visiones lo deslumbraban, y bailaban veloces venas por sus piernitas adormecidas, todos pedaleaban desde el perdido calor de cada asiento, y él calculaba inquietantes llegadas imaginarias, dejándolas pasar. El tiempo se escurría tenso como cuerdas de ascensores de hace cien años. Subía, avanzaba por desconocidos lugares, creía llegar a miradas serias como después de haber jugado con risueñas cicatrices abiertas, entre renqueos quejumbrosos.
Consideró que lo más apropiado era seguir viaje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Perteneciente a "Trompeta" libro inédito que fue escrito más o menos entre los 20 y los 30 años de edad.
ResponderEliminar